lunes, 4 de noviembre de 2013

REBELIÓN EN EL PUEBLO


Juan Montaña_Segorbe

Con frecuencia asistimos al acto de SUBVERTIR, usar mal una cosa o un espacio, es decir, usarlo de una manera diferente a la que estaba prevista. Implícito en el ser humano, estos gestos aunque en muchas ocasiones inconscientes, llevan oculto todo un mensaje de rebelión. Suelen contener una solución improvisada a una necesidad que no se ha tenido en cuenta con antelación, y en ocasiones ponen en evidencia algunos trabajos de profesionales. Y es que no hay que olvidar que una vez un edificio queda construido o un espacio público adecuado, lo importante es UTILIZARLO.

Por ello se empieza a notar cierto acercamiento tanto de profesionales como de administraciones (más lento de lo que nos gustaría) hacia los usuarios. Ya sea para conocer de manera directa las necesidades reales de los mismos o incluso permitir la participación en el diseño de los proyectos, o bien, crear cosas o espacios en blanco, con gran ambigüedad de uso, donde el usuario pueda subvertir con plena libertad.


En muchos pueblos valencianos se puede ver desde hace muchos años una progresiva aparición de espacios usados como lugar de encuentro y diversión entre jóvenes de distintas edades, conocidos en la zona como garitos.
Bajos comerciales o garajes en arriendo quedan transformados en salas de estar comunitarias, donde se congregan amigos de una misma cuadrilla. Ya sea para hablar, compartir experiencias de la semana, jugar campeonatos de vídeo-consola, ver películas o cenar en grupo…

La mayoría cuenta con una completa equipación: neveras, televisiones, equipos musicales y hasta grifos de cerveza... El mobiliario normalmente es reciclado de los contenedores o aprovechado de familiares que ya no lo necesitan. La decoración queda totalmente personalizada dependiendo del grupo de amigos: murales pintados con dibujos, graffitis o fotografías.
Estos locales guardan cierta relación con la cultura valenciana, de donde se puede intuir una influencia con los “casals fallers”. Espacios de colectivos privados de diferentes edades agrupados por barrios para festejar la fiesta de las Fallas.

Foto 01_Garito Tánger, Segorbe. Referencia de https://www.facebook.com/garito.tangeriano
 En definitiva un nuevo uso urbano creado para satisfacer una necesidad desatendida: el OCIO en los pueblos. Uno de los mayores problemas de este tipo de núcleos urbanos, sobre todo para los jóvenes. La ausencia de cines, teatros, bares abiertos en horario nocturno entre semana crea un aspecto desolador de las calles, completamente vacías a medida que se termina el horario laboral.

Las administraciones carecen de imaginación si es que realmente son conscientes del problema, o se apoyan en otro tipo de actividades destinadas a otros colectivos. Pero a menudo se olvida a los jóvenes y la importancia de la educación cultura e intelectual.

En mi pueblo a pesar de la gran pasividad social y cultural hacia los jóvenes durante años, no pasó desapercibida esta costumbre, y desde la concejalía de cultura se intenta aprovechar este movimiento y promoverlo mediante la organización de concursos entre garitos, paellas de garitos, Comidas... Pero todo se queda en algo puntual, concentrado en su mayoría en la semana de fiestas.


La aparición improvisada de garitos también ha conllevado nuevos problemas de convivencia entre los vecinos. Música fuerte o tráfico de estruendosas motocicletas hasta altas horas de la noche son las quejas más naturales.

Ante esta serie de problemas se proponen algunas ideas de fondo teórico y trasfondo práctico:

1. Para el pueblo CON el pueblo

Aprovechar este movimiento de subversión es la mejor forma de integrar un nuevo enfoque que podría suponer una mejora de la calidad del día a día de los jóvenes. Proponer un empoderamiento progresivo en la organización de actividades por los mismos usuarios, y que fuera cambiando de garito en garito. Facilitando también actividades de auto-subvención para los locales (venta de cervezas, comidas...) paralelas a las actividades.

2. La CULTURA, el mejor lenguaje

La cultura siempre es la herramienta perfecta para propiciar relaciones de interacción y crecimiento crítico de la gente. Proponer actividades como cines, teatros, exposiciones de pintura o fotografía (p.e sobra las experiencias Erasmus de los estudiantes), tertulias y debates (acercar la vida política a los jóvenes), conciertos de música...


Foto 02: Fotomontaje de actividades culturales_por autor
3. Que no se quede nada VACÍO: zonificación específica

Arkitiriteros, de manera más desarrollada, ya planteó en su día la idea de la utilización de los edificios que debido a la crisis económica se han quedado a mitad construir o sin vender: 


Lamentablemente en los pueblos también tenemos de esto. Se propone la cesión temporal del uso de estas construcciones hasta que se vuelva a retomar las obras, empleando para ello estructuras prefabricadas que puedan quitarse con facilidad. Se trataría de concentrar en estos espacios aquellas actividades que puedan perturbar el descanso y la tranquilidad de algunos vecinos, ya que suelen ser edificaciones ubicadas en las zonas más periféricas. De esta forma se atenderían todas las necesidades y se solucionaría el problema de convivencia que existe hoy en día entre algunos garitos y los vecinos.


Foto 03: Fotomontaje de aprovechamiento de construcción vacías_por autor








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