La crisis también trae buenas noticias

El pasado 26 de enero, se celebró en Donosti una nueva edición del Pecha Kutxa Night, y ahí estaba yo. Como viene siendo habitual, se presentaron  proyectos interesantes. Fotógrafos, arquitectos, artistas, músicos y dibujantes, nos comentaron sus proyectos y nos dieron pistas sobre su particular manera de entender la realidad.  Entre todas las charlas, hubo una que me quedó grabada, y semanas después, todavía sigo dándole vueltas en la cabeza. 

Ekoprizma nos propuso su proyecto, una red de huertos urbanos colectivos, en los que la maquinaria necesaria para su mantenimiento sea creada por nosotros mismos. Esta tecnología, fabricada en nuestra propia casa-taller, es la clave del proyecto. Nos da la satisfacción de cuidar nuestro huerto,  y por si fuera poco, nos auto-realizamos construyendo y mejorando la "receta" de nuestra maquinaria. 

Puede parecer una utopía. Un mundo en el que los procesos de fabricación se deslocalicen de las fábricas, para ocupar nuestras casas. Pero es un hecho que, este tipo de iniciativas que potencia la inteligencia y sabiduría compartida,  tienen todos los ingredientes para revolucionar el sistema de producción. 

A lo largo de la historia, las transformaciones económicas ocurren cuando convergen las nuevas tecnologías de la comunicación con los nuevos sistemas de energía. Todas ellas van acompañadas de una fuerte crisis o periodo de ajuste. La conjunción de la tecnología de la comunicación de Internet y las energías renovables en el siglo XXI, está dando lugar a la Tercera Revolución Industrial.

Cuadro resumen por Beatriz Lumbreras

El sistema de producción que heredamos de la segunda revolución industrial, esta basado en un sistema de producción en masa de bienes de consumo y en esa obsolescencia programada de la que tanto se ha hablado. Hasta ahora, las "recetas" para fabricar, las monopolizan las empresas, y ajustan el proceso de producción, a los medios que tienen a su alcance (fábricas, cadenas de montaje, explotación de mano de obra...). Nos guste o no, la tecnología es la base de nuestra sociedad y está en manos de instituciones y multinacionales. 

Conseguir que la sociedad sea dueña de estas "recetas" es clave para no estar a merced de los intereses de terceros. Gracias a internet y las redes de comunicación libre, podemos compartir y participar en estas "recetas". Esto hará posible una democratización tecnológica, con todas las ventajas que supone tener a todos los profesionales de la sociedad trabajando en equipo.

Para concluir, creo que democratización tecnológica es una necesidad y tiene que exigirse, por todo lo que he expuesto anterioremente. Pero tengo que recordar, que desgraciadamente, el día tiene 24 horas y  esta filosofia del "háztelo tu mismo" además de dinero, requiere sobretodo TIEMPO. 

¿Estamos de acuerdo?

Beatriz Lumbreras

P.D. La necesidad de cuidar el medioambiente y la concienciación de la población, será uno de los motores que impulse un cambio en el sistema de producción. Para difundir estos valores, he hecho un gracioso video para una empresa que fomenta la eficiencia energética y la rehabilitación. ¡Espero que os guste!