miércoles, 30 de enero de 2013

Participación - Colaboración (I)

Jorge Pineda - Donostia

No digo nada nuevo si explico la situación actual del país, posiblemente estemos cansados de escucharlo en todos los sitios y por toda la gente. Ni siquiera diría algo nuevo si digo que las cosas están cambiando, no se si mejorando o empeorando, pero cambiando. Y me refiero principalmente a la actitud de la gente. Quizás esto ya estaba pasando pero yo me he concienciado recientemente (gracias). Y es que, como muchas veces tiene que pasar, cuando estamos en una situación crítica es cuando empezamos a reaccionar.

Lo que voy a contar no es nada especial, simplemente dos historias del día a día (una propia y otra contada por una amiga), pero dos situaciones que hacen pensar (e incluso actuar) de que una de las mejores cosas que tiene el ser humano es el acto de ayudar (buen rollito).

Que el coche te deje colgado en mitad de la ciudad una noche de invierno no tiene nada de especial, pero en mi caso si lo que conllevó. La gente que pasaba te miraba, unos pensando "pobrecillo" y otros seguro que pensando "que suerte que no me ha pasado a mí". Pero luego hay gente que piensa "¿podré hacer algo para ayudar?". Se agradece que la gente se paré y te consulte y te de ideas, pero se agradece mucho más que te saquen un cafe caliente "de gratis" del bar de enfrente por el simple hecho de compadecerse y de creer que puedes ayudar a alguién.
Si la noche acaba con una buena conversación del taxista que te acerca a casa y cuando te vas a bajar te dice que no le pagues, la verdad es que se agradece mucho más. Pero lo mejor de todo esto es lo que provoca en uno mismo: "hay gente buena por el mundo", "la gente se siente bien haciendo estas cosas" y sobre todo "¡Quiero devolver estos favores!" (Cadena de favores) (Película).



La otra historia me la comenta una amiga que es trabajadora social y suele tratar con gente de la calle. Un usuario le contó que mientras estaba en la calle una persona se le acercó y comenzaron hablar. Esa persona era arquitecto y le preguntó que a que se dedicaba antes de estar en la calle. Él le dijo que era electricista y el hombre le comento que conocía a otra persona que quizás requiriera su trabajo, así que le puso en contacto con la persona y pudo ganar algo de dinero.
El hombre que se paró podía haber pasado de largo como uno más, pero decidió primeramente pararse a hablar y después ayudarle a poder realizar su profesión.

Supongo que historias como estas conoceréis todos, pero por lo menos a mí me gusta escucharlas y me motivan así que si alguien quiere comentar alguna que lo haga por favor.

Toda esta parrafada quiero que sea el inicio de una serie de posts que espero seguir realizando como complemento de una idea de proyecto de participación-colaboración ciudadana que tengo en mente para la cual os pediré información y ayuda a todo el que quiera colaborar.

Os dejo un par de enlaces interesantes:

Nolotiro (Gipuzkoa) Pagina que se dedica al intercambio o donación de cosas en desuso.
Libera tu bici Programa que pretende sacar a la calle y dar uso diario a bicis en desuso.

Gracias por leer esto. Buenas noches y buena suerte.






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