La semana pasada escribí un artículo en HIC* que quiero traer hasta Arkitiriteros porque creo puede interesar a más de uno, tanto por el proyecto estudiado en sí como por las temáticas posteriores que se pueden extraer de él.
El artículo gira entorno al que en su día fue mi colegio y
ya explico en él cómo, después de muchos años de asistencia diaria al mismo, no
fue hasta hace un par de años cuando me di cuenta de su gran calidad
arquitectónica.
Lo bonito del proyecto en sí, más allá de sus valores como edificio (que los tiene sobradamente), es el hecho de haber convivido con él tantos años sin reparar en su funcionamiento o sus espacios para, años después, con un bagaje académico y profesional en el mundo de la Arquitectura, descubrirlo de nuevo con otros ojos, con una mirada diferente.
Y precisamente en este punto es donde me gustaría incidir, en ese cambio
de “visión” una vez adquirimos ciertos conocimientos académicos y en cómo
afecta a nuestra profesión esa “incomprensión” de la sociedad hacia la Arquitectura,
incomprensión que nosotros mismos tuvimos hace años y que ahora mismo
tendríamos con nuestras propias obras, porque algo ha cambiado, porque ya no me miras como antes.
Redactado por Carlos Garmendia
Fotografías de Carlos Garmendia
No hay comentarios:
Publicar un comentario