martes, 17 de mayo de 2011

Nos han robado muchos trozos de cielo

Jose Manuel López Ujaque · Alicante ·




Recuerdo que uno de mis profesores de Urbanística explicaba de una manera muy gráfica que significaba aquello de los derechos de propiedad del suelo. Lo explicaba diciendo que el propietario de una parcela tenía los derechos “desde el cielo hasta el centro de la tierra (el infierno)” de ese trozo de suelo.
En otras palabras, la propiedad de lo que está encima da al propietario el dominio individual de la columna de aire que se eleva en forma perpendicular a su suelo, y la propiedad de lo que está debajo da al propietario el dominio individual de la columna de tierra que se entierra en forma perpendicular a su suelo.
Lo que nosotros vivimos y percibimos directamente en nuestras ciudades es lo que está encima: las edificaciones, las calles, las plazas, los parques, etc.
Como toda definición, siempre es susceptible de ser interpretada y llevada al extremo, o no. Por desgracia el urbanismo que nos ha rodeado en las últimas décadas se ha encargado de exprimirla, primordialmente, sólo mediante parámetros económicos: más beneficios = más densidad = más altura = más edificación.
Basta con alzar la vista en nuestras ciudades y percibir como una vista hacia un trozo de cielo es, cada vez más, un bien escaso. Menos (cielo) es más (edificios).
Literalmente, nos han robado el placer de disfrutar de muchos trozos de cielo azul.
“El aparente fracaso de lo urbano ofrece una oportunidad excepcional, tenemos que imaginar 1001 conceptos diferentes de ciudad” Rem Koolhaas.
El conjunto de edificaciones que han provocado esto sólo habla de términos ajenos a la realidad cotidiana como: aprovechamiento tipo, edificabilidad, retranqueo, vuelos, etc. También deberían hablar de conceptos mucho más banales, y no por ello menos importantes, como: miradas, sombras, color, iluminación, relaciones, estrellas, etc.

SKY MIRRORS – Anish Kapoor –



TYPE THE SKY – Lisa Rienermann –


UNA NOCHE CON ESTRELLAS PARA MADRID – Cómo crear historias –


Redefinamos lo que nos rodea haciendo caso a las palabras de Rem Koolhaas. Imaginad que nuestras ciudades se nutrieran con 1001 ejemplos relacionados con el cielo como los anteriores ¿no sería maravilloso?

2 comentarios:

  1. Sí sería bonito imaginarlo, aunque sólo fuera por las nubes, que se van a quedar sin sitio.

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  2. No conocía esta obra de Anish Kapoor, pero es genial!! me gusta mucho tu reflexión, yo alguna vez he pensado que con los edificios tan altos que construímos tenemos que mirar al cielo para poder verlo, que no entra en nuestro campo de visión cotidiano, y que si olvidamos mirarlo, podemos llegar a pasar días sin verlo...

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